Ciudad escénica – Política escénica de la ciudad de Bilbao

1. Contexto

En el estudio de las políticas urbanas a nivel internacional es bien conocido, y frecuentemente utilizado como referencia, el proceso desarrollado en Bilbao. Capital de la provincia de Bizkaia, con una población de unos 350.000 habitantes inserta en un entorno metropolitano denominado ‘Gran Bilbao’ con cerca de un millón de personas, ha protagonizado desde finales de los años 80 del pasado siglo XX una ‘revolución urbana’, gracias a la cual ha mudado de ciudad industrial -basada en la economía del acero y la construcción naval- a ciudad de servicios donde la cultura es un eje fundamental de la estrategia para impulsar la innovación y un desarrollo económico y social sostenible.
Bajo el liderazgo institucional de Bilbao, la Diputación Foral de Bizkaia y el Gobierno Vasco, la metamorfosis de la ciudad no solo promovió la regeneración de sus competencias y valores y el redireccionamiento de sus capitales productivos e intelectuales, sino que identificó la política cultural como instrumento fundamental para su desarrollo global, junto al urbanismo y la sostenibilidad. Treinta años después de aquel primer impulso innovador, la vida de la ciudad se sustenta hoy sobre nuevas actividades como los servicios, el ocio, la cultura y el turismo.

El binomio cultura y ciudad es una de las tramas en las que los procesos de cambio exigen a las políticas resignificar lo cultural como uno de los elementos constitutivos ineludibles a la hora de impulsar cualquier proceso de regeneración en la sociedad. Ello significa entender los liderazgos institucionales como un ejercicio de mediación para una transformación solo posible con la complicidad y participación activa de la diversidad de agentes ciudadanos. Y, en consecuencia, un estilo de gobernanza confiada ante la energía constructora de la propia sociedad: el gran reto es la construcción de contextos, de hábitats fértiles donde la propia ciudadanía a través de sus fuerzas creativas podrá legitimar y construir las nuevas realidades culturales.
Este ha sido el sentido por donde han querido transitar las políticas culturales puestas en marcha hacia el nuevo Bilbao. La cultura inserta en un contexto cohesionador de la ciudad, como comunidad, como intercambio, como forma de vida viable. A su vez, el urbanismo, el espacio público ganado para la convivencia, la movilidad, la economía de la hospitalidad, la ecología urbana y las infraestructuras físicas como posibilitadoras de creatividad, de simbolismos, de nuevas formas expresivas, de tejido productivo y oficios culturales. La cultura en la ciudad; la ciudad en la cultura.  Contextos comunes que han marcado las políticas culturales de la ciudad desde hace tres décadas.

El binomio cultura y ciudad es una de las tramas en la que los procesos de cambio exigen a las políticas resignificar lo cultural como uno de los elementos constitutivos ineludibles a la hora de impulsar cualquier proceso de regeneración en la sociedad.

2. Una historia de superación

La historia de la escena en Bilbao transcurre a lo largo del siglo XX hilando una continua sucesión de iniciativas societarias o directamente empresariales que ocasionó la aparición y, en su caso, desaparición de diferentes recintos. El período de máximo esplendor podría situarse en el inicio de los ochenta, en el que la ciudad disponía de quince salas comerciales, muchas de las cuales eran tanto escenarios teatrales como salas de proyección cinematográfica. En este tiempo, Bilbao se había situado como una plaza de alto interés para las compañías en gira con un calendario especialmente centrado en la temporada veraniega, sobre todo durante Aste Nagusia, las fiestas de la ciudad convertidas en fenómeno democrático de participación popular a partir del año 1978. Con el declive del modelo industrial y económico y, en paralelo, el paulatino descenso del cine como fenómeno cultural y de entretenimiento masivo, la década finaliza con el cierre o la escasísima actividad ocasional de la mayoría de las salas arriba mencionadas.Como si la naturaleza hubiera querido ofrecer un símbolo de aquella acelerada decadencia, en el año 1983 unas trágicas inundaciones asolaron la Villa con su rastro de vidas humanas perdidas y todo el destrozo que el curso de los ríos bilbaínos pudo ocasionar, también en su distrito y equipamiento emblemáticos: el Casco Viejo de Bilbao y su Teatro Arriaga.

En el lodo de aquella destrucción germinó la regeneración. Como respuesta del conjunto de la sociedad bilbaína, se inicia entonces un movimiento integrador para construir el Bilbao del futuro cuya estela alcanza hasta nuestros días. Hoy es difícil analizar la historia durante estos últimos treinta años de cualquier actividad bilbaína - bien sea comercial, industrial, hostelera, urbanística, ciudadana o cultural- fuera del contexto de aquella conjura innovadora que comenzó en 1983.
La suerte de cada una de las partes corría pareja a la suerte del conjunto de la actividad de la ciudad. Pero en el diseño del nuevo Bilbao la cultura se situaba como fuerza motriz y el impacto internacional del Museo Guggenheim lo convirtió en símbolo de renovación gracias a su excelencia cultural.
La vida teatral de la Villa no es ajena a esta dinámica social. Se abrió una nueva etapa: la iniciativa privada, que había protagonizado la exhibición escénica durante todo el siglo XX, era relevada por las instituciones y las políticas públicas como iniciadoras, como instigadoras de procesos y entornos innovadores en contacto con los agentes creativos ciudadanos. Las artes escénicas ocupan desde entonces su lugar como sector prioritario de intervención para la ciudad.
Es imposible referirse a esta determinación pública de promoción de un entorno fecundo para las artes escénicas sin la participación de los propios agentes creativos locales.

Los recordados jóvenes colectivos teatrales que sortearon la persecución cultural de la dictadura franquista en los años 70 – Akelarre y Cómicos de la Legua en la memoria- dieron el relevo a una nueva descendencia que, iniciada en el activismo social, comenzaba a explorar los nuevos territorios artísticos y modos de producción que la transición democrática hacía por fin posible.
Emergió entonces una sucesión de compañías decididas a dar forma al teatro contemporáneo de nuestra ciudad. Karraka, Maskarada, Cobaya, Geroa, Markeline, Hortzmuga, Gaitzerdi… Son algunos de los nombres de continuidad que, a su vez, han visto cómo nuevas estéticas, nuevas dramaturgias, nuevas marcas, géneros y modos de producción se han ido sumando hasta mostrar la brillante escena bilbaína actual, nutrida hoy de un muy interesante potencial productivo, desde el teatro de texto hasta las artes de la calle, de la investigación a la relectura de los clásicos, para adultos o familiar, en euskara y castellano, de voluntad profesional o amateur; en fin, con toda la diversidad propositiva de que el arte teatral es capaz.

Nuevas dramaturgías, nuevas marcas escénicas, géneros y modos de producción se han ido sumando hasta mostrar la brillante escena bilbána actual.

3. Treinta años construyendo ciudad y artes escénicas

Han sido treinta años de desarrollo paulatino de políticas municipales que han asociado ciudad y cultura, con las artes escénicas en una posición de centralidad. Es una relación de beneficio mutuo que de forma sintética podría resumirse en cuatro fases principales:

1986-1997: La cultura como motor estratégico

  • Infraestructuras públicas:
  • Reapertura del Teatro Arriaga
  • Puesta en marcha de Bilbao Arte como nuevo equipamiento de promoción de las Artes Plásticas
  • Inauguración del Museo Guggenheim Bilbao
  • Inauguración de Palacio de Congresos y de la Música Euskalduna Jauregia

1997-2010: Bilbao , ciudad de referencia internacional

  • Potenciar infraestructuras existentes
  • Diseño e implantación de una programación cultural relevante.
  • Nuevas infraestructuras públicas: Azkuna Zentroa.

2011-2015: Vida en la ciudad:  cultura y ocio

  • Bilbao, centro de actividad cultural
  • Bilbao, centro de creación cultural
  • Bilbao, capital de ocio y eventos
  • Nuevas infraestructuras público-privadas: Harrobia Eskena, pabellones industriales reconvertidos en Zorrotzaurre.

– 2020: La dimensión económica del arte y la cultura

  • Apoyo al emprendimiento en el sector
  • Impulso al entorno creativo
  • Ayudas a la financiación cultural


Con la cultura también como eje destacado en el desarrollo de la ciudad, el último Plan de Gobierno 2015-2019 contempla, entre otras, estas líneas estratégicas:

  • Impulsar una programación cultural para el disfrute de la ciudadanía y favorecer el acceso a la cultura a toda la ciudadanía.
  • Apoyo a la creación y producción cultural y Teatro Arriaga como centro de programación y producción de artes escénicas.
  • Intercambio de experiencias y manifestaciones culturales y promoción de Azkuna Zentroa como espacio multidisciplinar de referencia.

Estas líneas estratégicas están activadas a su vez por cuatro palancas transversales que definen su estrategia de acción:

  • La intervención integral en toda la cadena de valor, desde la formación hasta la exhibición de excelencia internacional.
  • La colaboración interinstitucional entre los diferentes niveles de la administración pública.
  • La colaboración entre lo público y lo privado. Entendiendo lo privado tanto como el espacio económico de lo empresarial como la participación ciudadana a través de sus mediaciones comunitarias.
  • El compromiso presupuestario que permita una estabilidad favorecedora de los procesos.

Han sido treinta años de desarrollo paulatina de políticas municipales que han asociado ciudad y cultura, con las artes escénicas en una posición de centralidad.

4. La actualidad del sistema escénico bilbaíno

Como resultado de esta apuesta por la construcción de contextos favorables, se observa hoy una nutrida realidad de puntos de actividad escénica. Responden a iniciativas protagonizadas por diversos agentes tanto públicos como privados que tienen entre sí diferentes grados de interacción, llegando en algunos momentos a actuar como red participando en los mismos programas culturales y, más concretamente, escénicos, como es el caso de festivales o eventos ciudadanos.
En su conjunto, recorren los cuatro principales ámbitos de la cadena de valor en la producción escénica: formación, creación, producción y exhibición. El primer eslabón, la formación, ofrece la reciente apertura en el 2015 de Dantzerti, Centro Superior de Arte Dramático y Danza de Euskadi, por el que el sector escénico de Bilbao apostó decididamente desde el principio y que, sin duda, está llamado a generar un esperanzador ciclo innovador para nuestra escena.
Este conjunto muestra una realidad cada vez más equilibrada entre sus diferentes ámbitos: el escenario internacional, la práctica cotidiana la diversidad de las formas escénicas, la creación, la proximidad y la comunidad y la formación. Es así capaz de generar complicidades entre instituciones, organizaciones y tejido creativo que alienten el desarrollo de la producción.

Pero, al mismo tiempo, el Ayuntamiento de Bilbao, además de co-liderar creativamente este largo proceso, como primera línea administrativa en contacto con la ciudadanía plural ha querido estimular el acceso al disfrute de la actividad escénica. Consecuencia de ello han sido sus diferentes programas de impulso al teatro aficionado, estrategias de promoción de públicos como ‘La Taquilla del Barrio’ o su exitoso club de ‘Amigos del Arriaga’. Todo ello bajo un esfuerzo mantenido por alcanzar la mejor comunicación posible y extender la red de fidelización.
Nuevas infraestructuras, rehabilitaciones de edificios en desuso ahora destinadas a usos socio-culturales y escénicos y la extensión de la red de Centros Municipales de Distrito han sido actuaciones determinantes para esta mejora en el acceso a lo escénico, que sigue extendiéndose por la ciudad. Todo ello ha posibilitado que Bilbao ofrezca hoy un panorama vibrante para las artes escénicas. Si volviéramos la vista atrás podríamos ver el camino ya recorrido para alcanzar la situación actual.

De su vitalidad da cuenta que la ciudad acoge anualmente más de 825 ESPECTÁCULOS diferentes en sus alrededores de 1.700 FUNCIONES disfrutadas por en torno a 647.000 PERSONAS ESPECTADORAS, si consideramos tanto el teatro de interior como el de calle, profesional o amateur. Este volumen de programación está protagonizado por más de 4.200 INTÉRPRETES con distintos grados de profesionalidad y procedencia, sin considerar los oficios técnicos y la actividad económica inducida. Igualmente expresiva nos parece la referencia de 600 ALUMNOS Y ALUMNAS participantes en toda la gama de formación escénica, tanto pública como privada, desde la universitaria a los talleres ocupacionales.

Se observa hoy una nutrida realidad de puntos de actividad escénica. Responden a iniciativas protagnizadas por diversos agentes tanto públicos como privados que tienen entre sí diferentes grados de interacción.

Hoy la ciudad es un hábitat coherente para acoger toda la diversidad propia de una sociedad plural y de un arte escénico pleno de significaciones y formas expresivas. Y su potencial creativo no dejará de abrir nuevas narrativas de cohesión y desarrollo social.
Es momento de establecer nuevos horizontes. Momento de imaginar nuevos retos para la actividad escénica bilbaína en un marco global de grandes transformaciones para la cultura que, sin duda, modificarán el equilibrio actual abriendo nuevas dificultades y, al mismo tiempo, ofreciendo oportunidades ciertas e inesperadas.
Bilbao, gracias a la acción compartida de todos sus agentes, se encuentra en una magnífica situación orgánica para afrontar con éxito y aprovechar los nuevos desafíos. Ahí estará como facilitador su Ayuntamiento y el conjunto de las instituciones públicas.
proceso participativo fue coordinador por el equipo técnico del Servicio de Cultura municipal. El Libro Blanco cuenta con aportaciones de personalidades destacadas de la cultura local y catalana. En todo el proceso resultó esencial la participación de entidades del sector cultural – para reconocer su complejidad – y de la ciudadanía. Todo ello permitió generar y socializar un diagnóstico y una hoja de ruta compartidos sobre el futuro de la cultura en la ciudad.

5. Otra información

Este artículo fue redactado por el equipo del Área de Cultura del Ayutamiento de Bilbao en enero de 2018.
Contacto: cultura@bilbao.eus
Web: www.bilbao.eus

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