Política cultural: valorización del patrimonio para un desarrollo sostenible de Túnez

1. Contexto

La Medina de Túnez, incluida en la Lista del Patrimonio Mundial desde 1979, consiste en una medina central (del siglo VIII) y dos barrios (del siglo XIII) y ocupa una superficie de 299 hectáreas. Allí se encuentran cientos de monumentos históricos, 15 000 viviendas y una estructura urbana homogénea y bien conservada. Alberga 100 000 habitantes, mientras que el Gran Túnez tiene más de dos millones. Con una historia rica y agitada, se convirtió en la capital de Ifriqiya en 1160. Además de ser el centro de interés religioso, la medina tiene un gran centro administrativo y de toma de decisiones (con más de la mitad de los ministerios), establecimientos educativos, una gran red artesanal y comercial, así como importantes instalaciones culturales y turísticas desarrolladas a través del sector privado. La política llevada a cabo por la Municipalidad, en colaboración con la Asociación para la Protección de la Medina (ASM), es parte de la revitalización del centro histórico y se basa en actividades previstas con un enfoque global de desarrollo sostenible. En la región árabe, Túnez fue la primera en considerar la conservación urbana desde una visión global. Esto ha permitido construir un verdadero conocimiento del centro histórico (actualizado regularmente por la ASM), y promover un abordaje integral de las construcciones y las personas, en el que no se promueve lo patrimonial en detrimento de lo social, con la finalidad de acercar a los ciudadanos al proceso de desarrollo. También sirvió para revalorizar el patrimonio, reintegrándolo al proceso de desarrollo económico, social y cultural, al restaurar la confianza en su valor y alentar su mantenimiento y preservación. Por último, esta visión apuntó a sensibilizar e involucrar a los ciudadanos y ONG en los proyectos de valorización del patrimonio, como una adecuada solución intermedia para los problemas de gestión urbana.

Se trata de conservar la especificidad y la unidad de la ciudad antigua, y de asegurar su integración al resto de la capital, gracias a un abordaje global equilibrado entre los valores culturales y patrimoniales y los aspectos sociales y económicos.

2. Túnez y la cultura

Túnez es un verdadero centro cultural que cuenta con la contribución de muchos actores. La Municipalidad ocupa un lugar especial en la escena artística y creativa local. Considera la cultura como una necesidad social y la diferencia del entretenimiento. Para satisfacer las expectativas de la población y los visitantes, Túnez, junto con socios privados y públicos y con la sociedad civil, trabaja para desarrollar una programación rica y diversa. La contribución de la Municipalidad al ámbito cultural se refleja, entre otros, en su grupo de teatro y en el Teatro Municipal (un espacio cultural prestigioso y destacado, actualmente en proceso de restauración). Hay otros espacios culturales importantes distribuidos en el territorio municipal, entre los que se encuentra la Biblioteca de Dar Ben Achour, el Centro Cultural Bir El Hajjar, la Galería Yahia des arts o el Museo de la Ciudad. La política cultural gira en torno a tres ejes principales, que son la educación artística (clubes de jóvenes y niños, donde se promueven varias disciplinas artísticas como la danza y el teatro), el apoyo a proyectos de actores culturales (apoyo logístico, material y moral, subvenciones, provisión de espacios y medios para diversas manifestaciones y eventos culturales) y, por último, la preservación del patrimonio material e inmaterial (integración de la dimensión cultural en todas las acciones de rehabilitación). Esta política está en línea con la Agenda 21 de la Cultura, sobre todo en términos de su visión de conjunto basada en la mejora del bienestar social con el apoyo de una estrategia de protección dirigida tanto a lo social como a lo patrimonial, con el fin de acercar al ciudadano al proceso de desarrollo. La promoción cultural y la valorización del patrimonio, en un enfoque de desarrollo sostenible y en conformidad con el medio ambiente natural y los conocimientos y tecnologías del pasado, son una fuente de inspiración privilegiada para la realización de proyectos como parte de la estrategia cultural. La asociación con la población en la toma de decisiones, el fortalecimiento de la sociedad civil y el fomento de las iniciativas de los jóvenes también son un eje fundamental: la Municipalidad subvenciona asociaciones culturales, festivales anuales, la Asociación para la Protección de la Medina (ASM) o incluso algunos espacios alternativos que surgieron después de la revolución. Esta política también implica, de acuerdo con la Agenda 21 de la Cultura, la diversificación de los recursos culturales respaldados por la Municipalidad. Por último, la libertad de expresión garantizada por la Constitución es crucial para ejercer el derecho a la cultura y al patrimonio, del mismo modo que el derecho a la libertad, al trabajo o al medio ambiente. Los proyectos de la Comuna son seguidos sistemáticamente por la sociedad civil a través de los medios de comunicación y las redes sociales.

3. Objetivos e implementación del proyecto

3.1. Objetivos principales y específicos

Rehabilitar la imagen de la ciudad antigua y redefinir su papel en la aglomeración tunecina, conservar su especificidad y su unidad, y asegurar su integración al resto de la capital, gracias a un abordaje global equilibrado entre los valores culturales y patrimoniales y los aspectos sociales y económicos, con actividades culturales que tienen en cuenta que la medina es un centro de vida, sin pretender transformarla en un museo, en un lugar de residencia de una elite ni congelarla, sino permitirle sus habitantes vivirla plenamente.

3.2. Etapas principales

Las acciones que concretizan esta política se dividen en tres fases. En primer lugar, la creación o la mejora de instalaciones culturales en la medina y en la ciudad nueva (distritos de los siglos XIX y XX). Esto comprende la restauración del Teatro Municipal (consolidación de estructuras portantes, modernización de redes, renovación, cumplimiento con las normas y saneamiento), la creación del Centro Mediterráneo de Artes Aplicadas en el antiguo Presbiterio de Sainte-Croix (consolidación de la construcción, la restauración y la conversión de algunas áreas como espacios culturales – exposiciones, sala de conciertos, etc.) y remodelación de la madrasa Bir El Hajjar como centro cultural. En segundo lugar, la mejora y la valorización de la estética urbana en la medina de Túnez, mediante la rehabilitación de un nuevo circuito urbano, denominado “Circuito del barrio de los andaluces”, una extensión del que fuera realizado en 2010. Este proyecto es parte del PNRU (Programa Nacional de Recalificación Urbana), está cofinanciado por el gobierno de Túnez y la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD), y tiene como objetivo concientizar a la población acerca del valor de su hábitat, ofrecer una alternativa al turismo masivo e iniciar un proyecto rentable para la economía local.

Por último, la política cultural se refleja en la promoción de la creatividad en la regeneración urbana a través del proyecto MEDNETA, desarrollado en Túnez por la ASM (Proyecto mediterráneo para la promoción de la creatividad en las artes, la artesanía y el diseño para la regeneración urbana de los centros históricos). Este proyecto, financiado por la Comunidad Europea, permite elaborar estrategias sostenibles y proyectos piloto para la revitalización socioeconómica del centro histórico, a través del desarrollo de sinergias y la creación de un laboratorio virtual mediterráneo.

Los residentes son los principales beneficiarios de esta política que ha cambiado la imagen de la medina y ha añadido valor a sus casas y tiendas. Antes de cualquier intervención, se consulta a los residentes sobre las acciones propuestas. El Proyecto MEDNETA beneficia a muchos artistas, diseñadores y artesanos, ya que introduce una dinámica de sector, gracias a la colaboración con la Oficina Nacional de la Artesanía, los intercambios transfronterizos y el aumento de la visibilidad de los artesanos de la medina a través de los medios de comunicación, publicaciones y películas realizadas sobre sus oficios.

Túnez considera la cultura como un bien social y la diferencia del entretenimiento.

4. Impactos

4.1. Impactos directos

Impactos en el gobierno local

La nueva política proporciona una oportunidad para que la sociedad civil y las ONG participen plenamente en la revalorización del patrimonio, las integra a la toma de decisiones y permite que los proyectos importantes sean debatidos públicamente.

Impacto en la cultura y en los agentes culturales locales de la ciudad/territorio

Genera espacios y pone oportunidades a disposición de los agentes culturales, los artistas y los habitantes, y permite conocer mejor el potencial de los barrios históricos y los bienes que deben defenderse y protegerse.

Impacto en el territorio y la población

La imagen de la medina fue revalorizada gracias a estos proyectos de mejora urbana, regeneración del patrimonio arquitectónico y multiplicación de instalaciones culturales. La medina se convirtió en un vector para la obtención de recursos culturales. Los inversores locales ejecutan proyectos en la zona central (restaurantes, hoteles, galerías de arte), animados por el dinamismo de la medina.

4.2. Impactos transversales

La penetración del turismo en la medina ha contribuido a aumentar la demanda de estadías prolongadas en los barrios históricos. Por ello ha habido un aumento de las acciones de rehabilitación y reconversión de las viviendas antiguas. Sin embargo, se evita caer en la trampa del “gueto cultural”, característica de numerosas ciudades históricas, despobladas debido a todas las nuevas actividades que se instalan ahí y al alto costo de vida que las caracteriza.

Los residentes son los principales beneficiarios de esta política que ha cambiado la imagen de la medina y ha añadido valor a sus casas y tiendas.

4.3. Evaluación

Todavía es pronto para hacer un balance, pero se planean operaciones similares en otros lugares de la medina de Túnez, lo cual debería permitir sacar conclusiones de este proyecto.

4.4. Continuidad

Con respecto a la remodelación del Presbiterio, Túnez prepara un plan de gestión con la participación de asociaciones. La ruta del “Barrio Andaluz” debería dar lugar al nacimiento de un barrio ecológico, con presencia de plantas en los nuevos espacios verdes (árboles y especies trepadoras), para combatir mejor la contaminación del aire. Queda por considerar la recuperación del agua de lluvia y el reciclaje, el uso de más materiales de bajo impacto ambiental en la construcción, la clasificación de residuos y la iluminación urbana con energía eficiente.

5. Otra información

La Ciudad de Túnez fue candidata a la segunda edición del “Premio Internacional CGLU – Ciudad de México – Cultura 21” (enero–mayo de 2016). El Jurado del Premio elaboró su informe final en junio de 2016 y solicitó a la Comisión de Cultura de CGLU que difundiera este proyecto como una buena práctica de implementación de la Agenda 21 de la Cultura.

Texto aprobado en noviembre de 2016.

Buena práctica publicada en diciembre de 2016.

Este artículo fue escrito por Zoubeïr Mouhli, Director General de la Asociación para la Protección de la Medina de Túnez, Túnez.

Contacto: asmedina.tunis (at) gnet.tn

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