Plaine Commune, territorio de la cultura y la creación del Gran París: la cultura, motor de una fábrica inclusiva de la ciudad

1. Contexto

Fundada en el año 2000, Plaine Commune se transformó en Entidad pública territorial con la creación de la Metrópolis del Gran París y reúne a 9 ciudades ubicadas al Norte de París. 414 000 habitantes son solidarios en un proyecto construido colectivo. Plaine Commune se define como una cooperativa de ciudades. Plaine Commune es un territorio-mundo, que se distingue por la juventud de su población. El territorio vive un dinamismo urbano y económico único, indispensable para el acompañamiento digno a los habitantes, muchos de los cuales provienen de las clases populares y de los movimientos migratorios. La inclusión social y la democracia participativa son dos de sus valores más importantes. La perspectiva del Gran París, comienza a principios de 2010. En 2014, Plaine Commune firma un Contrato de Desarrollo Territorial con el Estado y prepara los proyectos de planificación, transporte, vivienda y desarrollo económico para los siguientes 15 años, haciendo entonces de la cultura el hilo conductor y lo que marca su desarrollo.

En el centro del proceso, un desafío: hacer la ciudad de otra forma y reinsuflar sentido, lo posible, lo sensible, el cuerpo... La cultura está integrada al proyecto territorial, desde un enfoque profundamente participativo y, por lo tanto, político. El Presidente y los dirigentes locales afirman, que la cultura es el motor del desarrollo urbano, económico y social del territorio y que es un motor de participación de los habitantes en la fábrica de la ciudad. El objetivo es que exista una mayor articulación entre políticas culturales municipales y políticas urbanas y económicas territoriales con una visión de la cultura integrada en el desarrollo sostenible. El proyecto alimenta, interroga e impulsa de un modo diferente todos los proyectos urbanos, económicos o de diseño de espacios públicos. También responde al deseo de renovar las modalidades de diálogo y compromiso de los habitantes y de repensar la gobernabilidad cultural. Es un nuevo paradigma transversal para la acción pública territorial, construido en estrecha colaboración con las ciudades.


El proyecto consiste en hacer de la cultura un paradigma completo de una ciudad que tiene sentido, construida con los habitantes y vector de lo ‘en común’.
 

2. Plaine Commune y la cultura

Cada una de las 9 ciudades de Plaine Commune llevan adelante políticas culturales ambiciosas desde hace más de 60 años, que estimularon un terreno fértil en lo patrimonial y artístico. El territorio cuenta con patrimonios históricos, industriales, religiosos y verdes ricos. Recientemente categorizada como “Ciudades de arte e historia”, en Plaine Commune se encuentra la Basílica de Saint-Denis, el Estadio de Francia, el Mercado de Pulgas de Saint-Ouen, que son hitos de identidad y turísticos. El reconocimiento del patrimonio inmaterial del territorio está íntimamente ligado a la diversidad cultural de sus habitantes. Las políticas culturales municipales forjaron un entramado cultural importante (centros nacionales de teatro, Academia de Circo Fratellini, Teatro Ecuestre Zíngaro; muchos centros de espectáculos y para aprendizaje de arte; fábricas culturales y creativas híbridas), con grandes encuentros (Festival de Música de Saint-Denis, Panorama de las Cinematografías del Magreb, Encuentro de Malabaristas). Desde hace diez años, existe un polo de industrias culturales alrededor del cine y lo audiovisual, que tiene como emblema la Ciudad del Cine y varias universidades, escuelas y laboratorios de investigación relacionados con la cultura y la creación.

La cultura ya no es ‘la cereza del postre, sino que tiene un rol determinante en un proyecto de ciudad-conjunto.

Las ciudades trabajaron para que los habitantes se apropiaran de estos lugares y desarrollaron políticas de educación artística y cultural, de acompañamiento de las prácticas de aficionados y proyectos asociativos. Están llevando adelante un fuerte trabajo cultural transversal, con los sectores de infancia, juventud, acción social, etc. El balance de la etapa de estas políticas culturales está mitigado, sin embargo, por poblaciones aún alejadas del marco cultural. Se siente cierto desinterés o cierta desconfianza respecto de las políticas culturales. Los recursos financieros están en baja. Por lo tanto, los proyectos se elaboran cada vez más desde las bases. El enfoque cultural del proyecto se construye a partir de los desafíos urbanos, económicos y sociales identificados en el proyecto. Parte de las necesidades del territorio y considera que el arte, la cultura y la creación pueden dar respuesta a esos desafíos. La cultura ya no es “la cereza del postre” (escultura colocada en una plaza), sino que tiene un rol determinante en un proyecto de Ciudad-conjunto. El proyecto se basa en la capacidad colectiva de encontrar las modalidades de un diálogo común: entre dirigentes, agentes públicos, artistas, habitantes, urbanistas, planificadores, financiadores, paisajistas, empresas... El Presidente de Plaine Commune hace vivir el proceso junto con los Vicepresidentes sectoriales y los Alcaldes adjuntos de cultura. Se constituyó una red de artistas y actores culturales locales, y se confió a un artista un trabajo de sensibilización de los agentes públicos. Los actores de lo urbano y las empresas se acercan proyecto por proyecto.

Los habitantes están asociados a la elección de los proyectos culturales que se llevan a cabo, para narrar el territorio, movilizar su experiencia de uso, ser actores del proyecto cultural, y por lo tanto, urbano, para hacer oír su voz. El desafío consiste luego en restituir esa palabra habitante y considerarla mayor en la definición final del proyecto urbano. Es reconocer la legitimidad de todos para formar parte de la política cultural y urbana.

3. Objetivos e implementación del proyecto

3.1. Objectivo principal y metas

El proyecto tiene como objetivo considerar a la cultura como motor de desarrollo urbano, económico, social y motor de la participación de los habitantes en la fábrica de la ciudad. Consiste en hacer de la cultura un paradigma pleno y completo de una ciudad que tiene sentido, construida con los habitantes y vector de lo “en común”. Objetivos específicos son:

  • La preservación, transformación y valorización patrimonial en las políticas urbanas y económicas en particular
     
  • El acompañamiento artístico y cultural de la mutación urbana, con la participación de los habitantes
     
  • La promoción del arte en la ciudad, en el espacio público
     
  • El acompañamiento de los desafíos relacionados con el trabajo de los actores culturales (locales, intercambios, puesta en red …)

3.2. Desarrollo del proyecto

Por lo tanto, una serie de talleres participativos alrededor de la pregunta: "¿Si la ciudad fuera?... un corte de cabello, una danza, un plato de comida, etc.” La residencia de dos diseñadores permitió prefigurar la llegada de la estación del nuevo Tranvía Expreso Norte de Stains, que invita a los ciudadanos a reflexionar sobre los futuros usos de ese tranvía tren, la residencia de un artista plástico en el barrio de los Poetas en Pierrefitte permitió acompañar el proyecto de renovación urbana con un proyecto artístico y participativo alrededor de la noción de “vínculo”. La residencia de un colectivo de artistas en el servicio de espacios verdes de Pierrefitte Stains Villetaneuse permitió pensar los desafíos de la COP21 con los jardineros. La reconversión patrimonial del Terreno industrial Babcock con la cultura como hilo conductor permitió una nueva lectura de la historia del sitio. Por fin, un estudio acción sobre las fábricas culturales y creativas del territorio permitió favorecer la cooperación, el intercambio, y pensar nuevos modelos económicos. La distribución política del proceso no sólo entre los dirigentes a cargo de la cultura, sino entre el conjunto de los dirigentes sectoriales era compleja. La cultura no es una cuestión de competencia reglamentaria, sino una cuestión de sentido, atribuido a la acción pública. Un vocabulario común se ha debido crear entre actores artísticos y culturales de lo urbano, mundo económico, y democracia local. Se trata de hacer entender que hay un movimiento de artistas cuyo trabajo se ancla en un territorio, en una historia social, política y urbana particular. El marco impuesto entonces no suprime en nada la libertad de creación, en la medida en que el proyecto sigue siendo complementario de las políticas de apoyo a la creación artística. La movilización de los habitantes, convocados para un proceso de participación y no para una lógica de oferta cultural también fue un desafío importante. Los proyectos llevados adelante, individualmente, son positivos para los artistas, actores de lo urbano y habitantes. La lógica de la capitalización de los proyectos tiende a sensibilizar a una cantidad de presentadores de proyectos cada vez más importante. La distribución política también evoluciona en el buen sentido. Pero el verdadero impacto sobre el modo en el que la ciudad se construye y su capacidad para crear lo “en común” se apreciará en ese tiempo. El proyecto se dirige al conjunto de los habitantes de Plaine Commune. A grandes rasgos, la población del territorio es joven*, de origen y condición modestos**, marcada por la historia francesa de las migraciones. Desde hace mucho tiempo se trabaja en la redefinición de la vida democrática local, bajo el ángulo de una participación directa de los habitantes. Políticamente, se busca una ciudad inclusiva que favorece la convivencia.

4. Impactos

4.1. Impactos directos

Impactos en el gobierno local

El proyecto puso a la cultura en la agenda política, con un nuevo paradigma de acción pública. Es un desafío integrado al proyecto de desarrollo del territorio que irriga el conjunto de las políticas públicas en una relación horizontal con las ciudades.

Impacto en la cultura y los agentes culturales locales de la ciudad/territorio

El proyecto impacta en la gobernabilidad de las políticas culturales. Si bien los principios fundamentales siguen siendo indispensables y complementarios (apoyo a la creación artística, a los lugares, a las prácticas asociativas, etc.), el enfoque ya no es tan sectorial, sino que está integrado al conjunto de los desafíos de la fábrica de la ciudad.

Impacto en le territoire y en la población

El proyecto permite que los habitantes comprendan mejor y estén asociados al cambio de la ciudad. Cambia su mirada sobre las políticas culturales, urbanas y de democracia local. Permite vivir una ciudad más sensible, más poética, más alegre también y por lo tanto más inclusiva.

4.2. Impactos transversales

El proyecto comprende claramente que tiene un impacto social. Como la idea es dar un lugar a los habitantes en la fábrica de la ciudad, por medio del impulso artístico y cultural, los habitantes se encuentran legitimados en su derecho a la ciudad en el sentido del derecho a formar parte de ella. El proyecto va al encuentro del conjunto de los habitantes de un barrio, sin distinción. Promover el lugar de la cultura en la ciudad es actuar sobre el medio ambiente en el que se vive. En ese sentido, el proyecto se inscribe en los desafíos del desarrollo sostenible. Genera también una economía al hacer encargos a equipos artísticos, crear las condiciones para el desarrollo de actividades culturales y creativas en el territorio, favorecer la puesta en red de actores de distintos horizontes.

En el centro del proceso, un desafío: hacer la ciudad de otra forma y reinsuflar sentido, lo posible, lo sensible, el cuerpo.

4.3. Évaluación

El Contrato de Desarrollo Territorial formula los objetivos que se deben alcanzar y proporciona el marco para la evaluación de los proyectos que se llevan adelante.

  • Indicadores cuantitativos: cantidad de proyectos impulsados, de habitantes involucrados y alcanzados.
     
  • Indicadores cualitativos: puesta en red y calidad del diálogo entre actores distintos, calidad de la construcción conjunta de los proyectos, impacto del proyecto cultural participativo en la definición del proyecto urbano o económico, impulso dado a las instancias de democracia local, vínculo de largo plazo establecido con las estructuras de proximidad, vitalidad de la vida local.

La evaluación recae tanto sobre el proyecto mismo como sobre la huella que deja. Plaine Commune creó también el taller del Territorio de la Cultura y la Creación en 2014. Es un espacio y también un proyecto que aspira a poner en red y hacer visible y capitalizar los proyectos. El Taller encarna la estrategia de mejora continua del proyecto.

4.4. Continuidad

El proyecto se inscribe en una dinámica a largo plazo: mientras la ciudad se construye, se despliegan políticas públicas y proyectos, se plantea la cuestión cultural y la participación de los habitantes. En el futuro cercano se lanzarán nuevos procedimientos de acompañamiento cultural y participativo para los proyectos de Plaine Commune (recalificación de los brazos del canal en Aubervilliers, proyecto de planeamiento en La Courneuve, gran proyecto urbano Pleyel). Son estos proyectos culturales y participativos los que piensan la etapa posproyecto: por ejemplo, el equipo artístico que trabaja en los brazos del canal de Aubervilliers deberá generar un colectivo de habitantes que administrará a largo plazo el jardín compartido que se habrá creado.

5. Más informaciones

Plaine Commune fue candidata a la segunda edición del “Premio Internacional CGLU – Ciudad de México – Cultura 21” (enero - mayo 2016). El Jurado del Premio elaboró su informe final en junio de 2016 y solicitó que la Comisión de Cultura de CGLU promoviera este proyecto como una de las buenas prácticas de implementación de la Agenda 21 de la Cultura.

Texto aprobado en diciembre de 2016.

Buena práctica publicada en enero de 2017.

Este artículo fue escrito por Valentine Roy, Plaine Commune, Francia.

Contacto: valentine.roy (at) plainecommune.fr

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Plaine Commune, territorio de la cultura y la creación del Gran París: la cultura, motor de una fábrica inclusiva de la ciudad