Lyon, Carta de cooperación cultural para una ciudad sostenible

1. Contexto

La ciudad de Lyon cuenta con 480.000 habitantes y se ubica en la confluencia de los ríos Ródano y Saône. Es la ciudad centro de la primera metrópolis francesa, la que reúne más de 1,5 millones de personas. Se trata de un territorio dinámico en términos económicos, con fuerte presencia universitaria y un entorno de vida agradable. Territorio de convergencia de poblaciones con varias olas migratorias, su población consiste en un 8% de extranjeros y 12% de inmigrantes. Algunos territorios pueden alcanzar 5 veces estos índices. Ciudad de historia y de patrimonio, incluida en el patrimonio de la Unesco y territorio de innovación, presenta un paisaje cultural denso y diversificado y enfrenta importantes desafíos urbanos, sociales y medioambientales que están vinculados con su desarrollo. Aún existen fuertes disparidades territoriales. La tasa de desocupación se ubica cerca del 10%, lo que muestra fuertes desigualdades de distribución, y aproximadamente 1/5 de los habitantes reside en un territorio clasificado como prioritario, en consideración a sus dificultades acumuladas. La ciudad y la metrópolis están comprometidas desde hace 30 años con políticas de cohesión urbana y social cuyo objetivo es resolver estas disparidades territoriales, y desde hace 10 años con estrategias locales de desarrollo sostenible, para así enfrentar los desafíos actuales.

  • los años ochenta: desarrollo social de los barrios. Definición de territorios prioritarios teniendo en cuenta las dificultades socioeconómicas y urbanas. Los equipos de dirección de obras urbanas y sociales implementan programas de acción, basados en la participación de los habitantes, y de "reparación urbana y social". Se desarrollaron operaciones festivas o alrededor de la memoria y las identidades, así como un acompañamiento a las culturas urbanas y la inmigración.
  • los años noventa: desarrollo social a escala urbana. Esta política proviene de un enfoque estigmatizante de los territorios. Las intervenciones se amplían a todas las políticas públicas. Los equipos de creación hacen de estos territorios, terrenos de experimentación artística y participativa. Los creadores encuentran fuentes de financiamiento distintas de los créditos a la cultura. Se reivindica la exposición de sus creaciones fuera de los barrios y se interpela a la prensa, a los dirigentes y a las instituciones culturales.
  • primera década del 2000: movilización del "derecho común" de la cultura. Las escalas de intervención territorial se superponen: barrio, ciudad, metrópolis. Todas las políticas públicas están invitadas a poner sus conocimientos y sus habilidades al servicio de los territorios y los públicos más precarios. Se articulan políticas de cohesión social y urbana, culturales y festivas. El impacto positivo del arte y de la cultura en el desarrollo de la ciudad es compartido por todos los implicados. Los servicios de la ciudad lanzan un grupo de reflexión sobre desarrollo sostenible, centrado, en primera instancia, en las problemáticas energética y medioambiental.

LAS CUESTIONES DE LA PARTICIPACIÓN, LA CONSIDERACIÓN DE LA DIVERSIDAD, LA VALORIZACIÓN DE LAS CULTURAS EMERGENTES Y PROVENIENTES DE LA INMIGRACIÓN, LA INSERCIÓN POR MEDIO DE LAS PRÁCTICAS CULTURALES Y ARTÍSTICAS Y EL DESARROLLO DE LO DIGITAL ERAN, EN ESA ÉPOCA, LOS EJES DE LOS PROGRAMAS.

  • los años diez: hacia el desarrollo sostenible. Se desarrollan las problemáticas medioambientales y el desarrollo sostenible y los dirigentes, los técnicos, los expertos, los artistas y las asociaciones retoman estas temáticas. La política de cohesión urbana y social se ve afectada por la estigmatización y desea inscribirse en este proceso global, más positivo. Las jornadas de reflexión "Cultura, política de la ciudad, desarrollo sostenible: hacia un horizonte común" ponen en marcha la transición.

La "Fábrica lionesa de la ciudad sostenible: la comunidad de cooperación cultural" se inscribe en la continuidad de la política de desarrollo social de los barrios de los años ochenta, la que surge de las "marchas por la igualdad", a través de la iniciativa de los jóvenes de los suburbios de Lyon, muchos de los cuales provienen de la inmigración.

2. Lyon y la cultura

La política cultural de Lyon "Por una cultura urbana, humana y sostenible" está ligada a un contexto nacional histórico de fuerte intervención del Estado. Con la conservación del patrimonio, el encuentro entre la obra y los públicos está, desde hace mucho tiempo, en el centro de esta política de "democratización cultural". El paisaje cultural de Lyon también está constituido por su historia local relacionada con la industria y el comercio: desde la imprenta hasta la difusión de saberes, desde la seda hasta las Bellas Artes, desde la industria química hasta el cine. A continuación se señalan sus características principales:

  • una red densa y diversificada: procedimientos estructurados, formación para la difusión: danza, teatro, artes plásticas, música, libros y saberes,
  • un compromiso fuerte de la ciudad: más de EUR 100 Millones, 20% del presupuesto municipal,
  • eventos convocantes: Fiesta de las Luces, Noches sonoras...,
  • encuentros: IFLA 2014, Fab Laboratory.

Esta herencia debe encontrar las sinergias necesarias con numerosos operadores: redes emergentes, alternativas, culturas provenientes de la inmigración, iniciativas privadas y de la sociedad civil, pequeños lugares, moda. Es una reserva de saberes y de medios, puesta al servicio de la ciudad, de sus políticas y de los desafíos contemporáneos. Los principales ejes para la mejora son los siguientes:

  • Financiero: en un contexto de reducción de los medios de las comunidades, ¿cuál es la distribución del financiamiento público entre instituciones (nuestra herencia) y los otros operadores? ¿Cómo se articula el financiamiento privado con el público? ¿Cómo se tarifa la oferta y los servicios? ¿Cómo se repiensan las cargas culturales llamadas de centralidad?
  • Ciudadano: ¿cómo integrar mejor la diversidad (en términos socio económicos, territoriales, de origen, de pertenencia religiosa), asegurar el pasaje de una política de la oferta a una política de puesta en consideración de las prácticas y necesidades de los habitantes, conducir la transición entre democratización y democracia cultural, tener más en cuenta a los más desfavorecidos?
  • Territorial: ¿cómo asegurar una inscripción a las escalas territoriales, hacer compatible difusión y proximidad, contribuir con las dinámicas y solidaridades metropolitanas?
  • Institucional: ¿cómo integrar, hibridar la cultura en todos los desafíos locales, sociales, urbanos, económicos, digitales y medioambientales?
  • Creación: ¿cómo acompañar la renovación de los actores, las iniciativas, las formas, compartiendo la riqueza y la continuidad del trabajo de nuestras instituciones? ¿Cómo crear las condiciones de trabajo y las de remuneración?

Desde la creación de la Agenda 21 de la Cultura propuesta a la comunidad internacional para articular cultura y desarrollo sostenible, Lyon hizo de ella una fuente de inspiración. En la primera década de los años 2000, sin embargo, adoptó un camino algo diferente, centrado en la movilización de las políticas y los operadores culturales hacia los territorios prioritarios y los públicos específicos. Las cuestiones de la participación, la consideración de la diversidad, la valorización de las culturas emergentes y provenientes de la inmigración, la inserción por medio de las prácticas culturales y artísticas y el desarrollo de lo digital eran, en esa época, los ejes de los programas. A partir de 2010, la transición se organizó hacia una puesta en consideración más amplia de las problemáticas de desarrollo sostenible para la cohesión de la ciudad.

La Agenda 21 de la Cultura fue una referencia para iniciar esta transición. Se estudió el conjunto de los principios, los compromisos esperados y los consejos de la Agenda. El reconocimiento de las grandes temáticas y principios de la A21C no tiene reservas. Sin embargo, fue complicado tomar en bloque el conjunto de los muchos puntos de compromiso. Algunos estaban más alejados de los trabajos de la comunidad, desde el punto de vista de su historia y su experiencia, como la economía y la cultura, pero Lyon trabaja sobre la noción de la cultura como servicio público y la implementación de actividades económicas moda/cultura. Otros no aparecen, como ser las problemáticas de eco responsabilidad o de articulación arte vegetal urbano, un punto fuerte de la comunidad. Respecto de la democracia participativa, la opción de un consejo cultural parecía desfasada, porque el enfoque de Lyon está anclado en una red de consejos barriales.

También se movilizaron otras herramientas:

  • la declaración de Friburgo, articulada alrededor de los derechos culturales,
  • la norma ISO 26000 RSO de responsabilidad social de las organizaciones,
  • la red "Ciudades Interculturales" del Consejo de Europa, para la inclusión intercultural.

3. Objetivos e implementación

3.1. Objetivo

Lyon es una ciudad bimilenaria constituida por riquezas y disparidades, conocimientos y tensiones, fiestas y límites, difusión y relegación. Lyon, "Ciudad sostenible", deberá ser físicamente compacta, energéticamente sobria, eco responsable y vegetalizada. Deberá ser equilibrada, solidaria, respetuosa, enriquecida por las relaciones sociales e interculturales y optimista con quienes la animan. El objetivo de la Fábrica Lionesa de la Ciudad Sostenible es organizar una comunidad de actores que esté informada, que respete a todos, que coopere y que actúe, y que obtenga sus convicciones, su fuerza y su creatividad de los recursos culturales del territorio.

ESTA HERENCIA DEBE ENCONTRAR LAS SINERGIAS NECESARIAS CON MÚLTIPLES OPERADORES: REDES EMERGENTES, ALTERNATIVAS, CULTURAS PROVENIENTES DE LA INMIGRACIÓN, INICIATIVAS PRIVADAS Y DE LA SOCIEDAD CIVIL, PEQUEÑOS LUGARES, MODA…

3.2. Origen del proyecto

La "Fábrica Lionesa de la Ciudad Sostenible: la comunidad de cooperación cultural" reúne a cerca de 1.600 personas, organizaciones de la sociedad civil, poderes y servicios locales y del Estado, que provienen de horizontes diversos (asociaciones de habitantes, consejos barriales, educación popular, escuelas, trabajadores sociales, educadores, profesionales de lo urbano, desarrolladores territoriales, económicos, asociaciones culturales, artistas, creadores, instituciones culturales, etc.). Esta comunidad comparte un objetivo: fabricar la “Ciudad sostenible”. Comprende la cultura, así como las prácticas de la gente en su diversidad, las producciones y servicios que emanan de las instituciones culturales heredadas, los patrimonios comunes y singulares, los actores de la creación y los productos culturales propuestos.

La cultura es este conjunto indisociable. Esta comunidad hizo la experiencia de la "hibridación" de la cultura y la creación en los proyectos desarrollados por sus miembros, los que son un motor potente de desarrollo de los territorios, las personas y las comunidades. Iniciada en los años ochenta, la transición operativa hacia la ciudad sostenible comenzó en 2010. A partir de entonces, se comparte lo que debe ser el desarrollo sostenible: ¿qué elementos pueden generar en cierto plazo un riesgo para la ciudad y para los cuales se debe ser cautos colectivamente?, ¿qué tipo de gestión y de respuestas pueden transformar esos riesgos en riqueza, en desarrollo positivo? ¿cómo pueden responsabilizarse los operadores de la cultura y contribuir a la reducción de riesgos y su solución?

Las experiencias locales ya iniciadas fueron censadas y valorizadas a partir de 2010. Se movilizaron herramientas preciosas; en primer lugar la Agenda 21 de la Cultura, la declaración de Friburgo, la norma ISO 26000 y la red Ciudades Interculturales del Consejo de Europa. De los trabajos colectivos realizados alrededor de 7 ejes de compromisos transversales surgió una adaptación local:

  1. contribución al desarrollo de los territorios prioritarios y renovación urbana,
  2. mejor puesta en consideración de los públicos específicos,
  3.  mejor puesta en consideración de la diversidad,
  4.  contribución a la educación de las personas a lo largo de toda la vida,
  5. mayor distribución de los conocimientos,
  6. mejor puesta en consideración de las problemáticas medioambientales,
  7. mejora de los procesos democráticos.

Si estos elementos no son considerados, la cohesión de la ciudad corre peligro. La gestión de estas cuestiones es un factor de desarrollo armónico. Se espera un compromiso responsable de los operadores de la cultura, en nombre de sus misiones de servicio público, para los compromisos que sostienen las comunidades y el Estado, o bien por medio del apoyo a otras iniciativas.

3.3. Arquitectura del proyecto

Una comunidad cooperativa

Una misión de cooperación cultural, en el seno de Dirección de Asuntos Culturales de Lyon, anima a la comunidad. Tiene un mandato conjunto y está cofinanciada por las comunidades locales y el Estado; existe desde el 2006 y está constituida por 4 personas. En cada barrio prioritario, las comisiones culturales reúnen a los actores para elaborar el diagnóstico del territorio y las grandes orientaciones a través de un proyecto cultural de territorio. Estas comisiones pueden estar relacionadas con los consejos barriales y son lugares de intercambio de información, de coconstrucción de proyectos y de evaluación. Existen grupos de trabajo por proyecto que completan esta organización. Las comisiones temáticas, sobre cada compromiso transversal, permiten elaborar un diagnóstico y una estrategia compartidos, la información y la mutualización a escala comunal. Un sitio en Internet pone a disposición información, conocimiento sobre los territorios, los programas y las acciones en curso. Un boletín electrónico bimensual transmite las novedades, presenta los proyectos y notifica las fechas de los encuentros y de los llamados a presentar proyectos.

EL OBJETIVO DE LA FÁBRICA LIONESA DE LA CIUDAD SOSTENIBLE ES ORGANIZAR UNA COMUNIDAD DE ACTORES QUE ESTÉ INFORMADA, QUE RESPETE A TODOS, QUE COOPERE Y QUE ACTÚE, Y QUE OBTENGA SUS CONVICCIONES, SU FUERZA Y SU CREATIVIDAD DE LOS RECURSOS CULTURALES DEL TERRITORIO.

Anualmente se realizan jornadas que reúnen a la comunidad, ampliada a la metrópolis y a otras ciudades francesas, para compartir reflexiones y validar orientaciones colectivas. Es la oportunidad de trabajar en red y presentar las acciones de cada uno. Se invita a investigadores, filósofos, expertos o actores externos. Este tiempo importante de la Fábrica marca el ritmo de la vida de la comunidad. El sistema participativo se amplió en 2013 a escala de la aglomeración con un grupo técnico que retoma los principios de cooperación cultural. El consejo de desarrollo del Gran Lyon difundió anuncios sobre el lugar de la cultura y la puesta a consideración de la diversidad en las políticas de solidaridad urbana y social. En 2014, las perspectivas de desarrollo consisten en la implementación de plataformas de trabajo en las redes sociales y consejos culturales ciudadanos, para así reforzar el lugar de los habitantes en el proceso.

Una comunidad que actúa

Todos los años se ponen en funcionamiento 150 proyectos culturales y artísticos que contribuyen a la realización de los objetivos definidos en el marco de los proyectos culturales de los territorios o en el marco de los compromisos transversales. Para los grandes establecimientos culturales, se acordaron compromisos en una carta de cooperación cultural, los que se llevan a cabo en el marco de las misiones de servicio público. Más de 180 compromisos están inscriptos en los ciclos de trabajo de al menos tres años. Los llamados para presentar proyectos permiten sostener las iniciativas. Se financian entre 70 y 80 operaciones por año. El presupuesto directo de intervención es de EUR 1,3 millones: 50% provienen de la Ciudad, 25% de la Región y 25% del Estado. Se implementan diversos procedimientos de evaluación compartidos y por acción, por territorio, por compromiso temático y por la carta de cooperación cultural. La expansión de estas prácticas comenzó a escala de la futura metrópolis, de la región Rhône-Alpes (Ciudad de Saint Etienne), a nivel nacional (Ciudades de París, Toulouse) e internacional (Ciudades de Helsinki, Lieja).

4. Impactos

4.1. Impacto en el gobierno local

  • Transversalidad en los niveles técnico y político;
  • Territorialización y proximidad de la acción pública;
  • Mayor co-construcción de la acción;
  • Mejor conocimiento del territorio y de las necesidades de los administrados;
  • Mejor puesta en consideración de la diversidad;
  • Desarrollo de la democracia participativa;
  • Desarrollo del proceso a escala metropolitana;
  • Valor de ejemplo a escala nacional.

4.2. Impacto en el territorio y en los agentes culturales locales

  • Compromiso de los operadores de la cultura, lógicas de cooperación sobre proyectos;
  • Apertura mental;
  • Desarrollo de servicios culturales adaptados y complementarios de la oferta cultural habitual
  • Refuerzo de las prácticas de evaluación de la política cultural;
  • Mejor conexión entre instituciones culturales y demás operadores de la cultura;
  • Mejor conocimiento del territorio y de las necesidades de los habitantes;
  • Mejor conocimiento de las prácticas culturales de los habitantes;
  • Desarrollo de proyectos culturales en relación con lo urbano, lo social, lo educativo y lo económico.

4.3. Impacto en el territorio y en la población

• Para los territorios prioritarios:

  • Mayor integración de los barrios al resto de la ciudad;
  • Valorización de la imagen;
  • Calidad en las condiciones de vida (arte, vegetalización);
  • Implementación de actividades de servicios;
  • Multiplicación y diversificación de la oferta cultural en el centro de los territorios;
  • Presencia de artistas e instituciones.

• Para los habitantes:

  • Mayor participación;
  • Movilidad;
  • Reconocimiento de las prácticas, particularmente aquellas de las poblaciones provenientes de la inmigración;
  • Aumento y adaptación de los servicios culturales a sus necesidades.

• Para la ciudad:

  • Reducción de las disparidades;
  • Mayor cohesión social;
  • Mayor participación.

LYON, "CIUDAD SOSTENIBLE", DEBERÁ SER FÍSICAMENTE COMPACTA, ENERGÉTICAMENTE SOBRIA, ECO RESPONSABLE Y VEGETALIZADA. DEBERÁ SER EQUILIBRADA, SOLIDARIA, RESPETUOSA, ENRIQUECIDA POR LAS RELACIONES SOCIALES E INTERCULTURALES Y OPTIMISTA CON QUIENES LA ANIMAN.

4.4. Impactos transversales

La Fábrica de la Ciudad Sostenible tiene un doble posicionamiento: territorial y transversal. Existen herramientas de evaluación para los territorios y las correspondientes a los compromisos transversales están siendo terminadas. Respecto de la Igualdad Mujer/Hombre, del eje del trabajo “responsabilidad social" se observará lo siguiente:

  • Un mejor conocimiento por medio de la observación de las distribuciones M/H en los medios de la cultura: balance social de la ciudad, distribución M/H en las direcciones de los establecimientos culturales. Desde el punto de vista de las observaciones nacionales, Lyon está bien posicionada en este punto.
  • La biblioteca municipal creó un "punto G", centro de recursos sobre la cuestión de Género.
  • Debate sobre la mezcla M/H en las prácticas culturales, vivo y no limitado.
  • La Asociación por la Igualdad en los Medios Culturales organiza desde hace 4 años un festival anual.

Respecto de las cuestiones medioambientales, se destacará lo siguiente:

  • Desarrollo de los proyectos que articulan arte, vegetalización y espacios públicos. Se mantiene el proyecto "Echar Raíz" de Thierry Boutonnier, premio COAL Art Environnement.
  • Desarrollo de las posiciones eco responsables de los actores culturales.
  • Realización del balance de carbono de los servicios culturales de la ciudad.

5. Otra Información

La Ciudad de Lyon fue candidata a la primera edición del “Premio Internacional CGLU – Ciudad de México – Cultura 21” (enero - mayo 2014). El Jurado del Premio elaboró su informe final en junio de 2014 y solicitó que la Comisión de Cultura de CGLU promoviera este proyecto como una de las buenas prácticas de implementación de la Agenda 21 de la Cultura.

Texto aprobado en septiembre de 2014.

Buena práctica publicada en octubre de 2014.

Este artículo fue escrito por Marc Villarubias, Responsable Misión Cooperación Cultural, Lyon.

Contacto: marc.villarubias (at) mairie-lyon.fr

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Carta de cooperación cultural para una ciudad sostenible